jueves, 27 de junio de 2013

Un regalito para mis profes



 Los delfines terminan el cole y están a punto para disfrutar de estos días de sol y playa


Hay un pequeño y simpático delfín que tiene tres profes, ¡las mejores del mundo mundial!


Y para agradecer todo el cariño y dedicación de sus tres señoritas, este pequeño delfín les hará un dulce regalito que viene directamente del mar de su corazón...

- ¡Muchas gracias por este año estupendo! pero ahora me voy a la playa con tooodos mis amigos, a saltar, a nadar y a gozar de estas merecidas vacaciones.

viernes, 21 de junio de 2013

Welcome summer!... comienza el veranito

 

Ahhh el momento esperado por todos, ¡la llegada del veranito!... terrasas, chiringuitos, playa, vacaciones... CALOOOOOORRRRR!!!  No sé, no sé si del todo me agrada el verano.

Soy de tierra caliente, ¡pero muy caliente! y, por favor, no seáis mal pensados que por caliente me refiero a la cantidad de calor que hace en mi pueblo, tanto que sólo existen dos estaciones: el verano y la estación del tren - y ésta última la verdad es que no se usa demasiado - . Hace tanto calor que para que os déis una idea, podéis ir en enero a la playa, y os podéis bañar en el mar y el calor de marzo es igual al agosto barcelonés. Quizá para mí el problema es la humedad, característica de los calores de mi pueblo y de Barcelona y es que yo sudo sólo con mover un dedo.

El calor me agobia, el frío me da vidilla, energía...

Creo que, más bien me gusta el otoño, el otoño de Barcelona. Sus días soleados y frescos, sus tardes que no son tan largas como en verano pero tampoco tan cortas como en invierno y el tener la humedad bajo control. Al haber menos temperatura la humedad me agobia menos.

El verano me gusta porque abre la vida a la calle.

La diferencia entre el verano de mi pueblo, -bueno, verano es todo el año, pero digamos, de finales de junio a finales de septiembre- al de Barcelona es que allá es temporada de lluvias, pero lluvias de verdad que a veces se convierten en tormentas tropicales o en huracanes y aumentan la cantidad de humedad y, por lo tanto, la sensación de calor, además de que allá las temperaturas son aún más altas, resumiendo, que podéis llegar a los 40 grados de sensación de calor con todo y humedad.


Lo que más me gusta de esta temporada es que significa vacaciones y espero con ansia a que "mi rei" deje de trabajar y estemos los dos en casa, levantándonos tarde o, al menos permaneciendo en la cama todo lo que el cuerpo pida y hasta que el sol  nos lo permita y estar más tiempo juntos, salir a callejear por ahí, hacer un viajecito, si se puede y poder disfrutar de más tiempo con él.
 
Lo que no me gusta son las despedidas, sobre todo ahora que he estado estudiando porque significa que tengo que dejar de ver a mis compañeros de clase que, aunque convivamos sólo en esos momentos, la verdad es que los echaré en falta.

Cuando pensaba en qué detallito hacer a mis compis de clase de inglés para dar la bienvenida al verano tenía la idea de hacer flores, pues son alegres y quedan tanto como para primavera o como para verano pero al pensar en los colores dudé mucho pues cualquier color les puede quedar bien pero a mis compañeros -los chicos de la clase- quizá no les iría muy bien el ir por la calle con una florecilla rosita o roja y por ello se me ocurrió la idea de hacerlas con la "Union Jack" que, además representa al idioma que estudiamos, así que salieron unas flores muy british.

Así de esta manera damos la bienvenida oficial al veranito y, al igual que a ellos, os deseo que lo paséis de maravilla y lo disfutéis a tope estéis donde estéis. Benvingut estiu!




domingo, 9 de junio de 2013

Talleres básicos de decoración de galletas


¡Hola!
Comenzamos con talleres básicos para que aprendáis a decorar vuestras galletas, ya sea para vuestras propias celebraciones, para regalar o para vender.

Os enseñaré a preparar la masa y la cobertura y aprenderéis también sencillas técnicas que os permitirán hacer unas galletas súper chulas y originales.

Para poder inscribiros tenéis que enviarme un mail a cookiekatessen@gmail.com y decirme cuál de los dos horarios preferís y las dudas que tengáis sobre los cursos.

Las plazas son limitadas.

¡Espero que os animéis! ¡Nos divertiremos un montón! Y, creedme, ¡esto crea adicción! pero de eso yo ya no me hago responsable, jeje.

Taller cerrado. 

viernes, 7 de junio de 2013

Una gran boda alemana


¿Qué tienen en común unos cangrejos y una boda? 

Primero os hablaré un poco sobre Alemania.

Mi primer contacto con este maravilloso país fue a muy tierna edad porque mi papá trabajaba en una compañía alemana establecida en México y cada que sus jefes alemanes volvían de su país natal, ya sea por haber hecho vacaciones o por estar de viaje de negocios, siempre nos traían regalos, especialmente unos enormes y deliciosos chocolates alemanes.

Cuando hice la primera comunión, los invitados me dieron algunos regalitos que puse en el mismo sitio donde mi papá tenía los regalos de navidad de su empresa y que tenía que entregar a sus destinatarios. Al final de la fiesta comencé a abrir paquetes y me topé con una caja de chocolates con menta que probé, no me gustaron y comencé a regalar entre los asistentes.

Pues resulta que eran uno de los regalos que mi papá tenía que entregar a nombre de la empresa. Unos chocolates alemanes que no encontró en  ninguna tienda en México lo que le obligó, con toda la vergüenza del mundo, a confesar los hechos a su jefe. Resultado: papá que no sabía a dónde meterse y jefe que se partía de risa con la anécdota.

Hablando de chocolates... El escaparate de una tienda en Heidelberg
En fin, dando un salto en el tiempo os puedo contar que un verano me dio por estudiar alemán en un curso intensivo. Ufff, muy interesante pero muy intenso (claro, intensivo jajajaja). Al año siguiente vinieron mi hermana y un gran amigo a visitarme a Barcelona y juntos hicimos un viaje inolvidable y, gracias a ello pudimos conocer varias ciudades alemanas, Heidelberg entre ellas.

Después conocí a Piter y con él, a sus amigos - hoy también mis amigos- entre los que hay un chico de Terrassa que habla alemán y su novia, una chica alemana que habla castellano con acento mexicano pues vivió en México los primeros años de su infancia.

Una curiosa conexión, fue como hacer un círculo entre los cuatro. Y el conocer a una alemana que dice "ahorita" y que sabe que "No controles" la cantaban las "Flans" es alucinante, es como tener un código secreto de comunicación que sólo ella y yo conocemos. Además cabe mencionar que ambos son estupendas personas.
Heidelberg, Alemania. ¡Qué ciudad tan bonita!

El Piter y yo continuamos nuestro romance alemán. Piter también había estado estudiando un poco de alemán y había visitado Hamburgo y juntos hemos estado en Berlín y en Munich.

Además, como creo que ya os he comentado, ¡nos encanta comer! así que Alemania nos hace muy felices en ese tema: somos fans de la cerveza, nos encanta probar su gastronomía y sus postres. (¿sabéis que tengo una guía con un diccionario de variedades de salchichas y de cervezas? ¡así no se nos escapa ninguna!)


¿Sabéis que los bretzels son un vicio? un día tengo que intentar hacerlos en casa pero ¡miedo me da!
Ahora sí, ¿qué tienen que ver unos cangrejos con una boda y con Alemania? Pues, que hemos estado en Heidelberg porque nuestros queridos amigos ahora viven ahí y eligieron esta preciosa ciudad para casarse y como detalle de agradecimiento regalaron este par de cangrejitos que los representan como pareja porque el apellido de ella en castellano significa cangrejo y él es cáncer de signo zodiacal. ¿A que es de lo más original? además ¡se ven tan monos!, nunca me hubiera imaginado que unos cangrejitos me dieran tanta ternura, además de la alegría y la ilusión que me dió elaborar estos paquetitos para ellos.
 
Fue, sin duda, una gran, emocionante, emotiva y perfecta boda alemana y en un marco tan bonito como lo es la ciudad de Heidelberg. Y éste ha sido, sin duda, uno de los encargos que más ilusión y alegría me ha dado al hacerlo.

Piter y yo seguimos enamorados de Alemania y ahora más agradecidos de tener un muy buen pretexto para seguir visitándola y disfrutando de ella en tan buena compañía.

Aprovecho este mensaje para desear a los recién casados una vida plena de felicidad y de tan bonitas emociones como las que pudimos sentir el día de su boda. ¡Glückwünsche!