jueves, 10 de octubre de 2013

¿... Y si te dan calabazas?




... pues, si te dan calabazas de esas hermosas, grandes, naranjas, totalmente otoñales, ¿por qué no hacer unos cupcakes o magdalenitas?

Ahhh, ya os pensábais que esto sería un post de autoayuda para tener a mano la caja de pañuelos desechables y la de bombones. 

He de deciros hasta el cansancio lo que me encanta el otoño, ¡lo siento! pero es que en Barcelona, para mí, es la mejor estación del año. Y, además yo soy chica de otoño así que quizá lo llevo integrado a mi biología también. Así que nada me ha hecho tan feliz estos días como poder experimentar con la calabaza.


Y de este experimento surgió la receta que ahora les comparto y que espero disfruten tanto como nosotros hemos disfrutado comiéndolas.

Cupcakes de calabaza:

Ingredientes:



 50 ml de aceite suave de oliva
100 ml de sirope de agave
150 gr. de harina de trigo para todo uso
220 gramos de puré de calabaza  (al final del texto pongo cómo hacer el puré)
    2 huevos medianos
125 ml. de leche semidesnatada
    1 cucharada  de zumo de limón
    1 cucharada  de vinagre
   ½ cucharadita de bicarbonato de sodio
    1 cucharadita de levadura
  25 gramos de nuez picada
    1 cucharada de canela
    ¼ de cucharada de clavo en polvo
    ¼ de cucharada de nuez moscada en polvo
    ½  cucharadita de jengibre en polvo

Manera de hacerse:

Precalentar el horno a 180º 

Preparar nuestros recipientes con los papelitos para los cupcakes o engrasados y enharinados para que no se pegue la masa.

Preparar la buttermilk poniendo la cucharada de limón a la leche y dejar reposar.
 
Mientras tanto tamizamos las especias junto con la harina y la levadura en polvo y reservamos.

Mezclamos el aceite de oliva con el sirope de agave y agregamos los dos huevos y comenzamos a batir en la batidora. 
Agregamos el puré de calabaza y las nueces, después la harina tamizada alternando con la leche. Por último, en un vasito mezclamos el bicarbonato de sodio con el vinagre e inmediatamente (en cuanto burbujea) lo agregamos a la masa.

Incorporamos todo muy bien y entonces comenzamos a llenar los moldes hasta 2/3 de su capacidad.

Horneamos a 150 º aproximadamente 20 minutos o hasta que nos salga seco un palillo.

Si queremos que los cupcakes no formen cresta entonces habrá que bajar la temperatura y cocinar más tiempo para que queden planitos en lugar de con “copete”.

Se pueden ajustar las cantidades de las especies a gusto del consumidor.

Podéis decorar los cupcakes con una crema de queso o una buttercream con queso que le irá de fábula. Yo he preferido comerlos así, al natural porque me parecen más sanitos ya que no llevan tanta grasa y, como habéis podido daros cuenta, tampoco llevan azúcar.


*para hacer el puré de calabaza yo puse un trozo de calabaza, pero no lo pesé antes =(, picado en cuadritos pequeños en un bol dentro del microondas y más o menos dependiendo la potencia, de 5 a 8 minutos tendremos cocida la calabaza. 

También se puede hacer el mismo procedimiento pero la cocción hacerla al vapor en vez de usar el microondas. Cuando tengamos la calabaza cocida la trituramos y el puré resultante lo ponemos en un colador y lo dejamos reposar un buen rato para que le escurra el agua sobrante (es mejor hacerlo de un día para otro). Y ya está listo. La cantidad de calabaza en crudo tendrá que ser mayor para que salga la cantidad necesaria ya hecha puré.


Esta receta es totalmemte mía, mi tesoroooo jajajaja o sea que me la he inventado yo. 

Prefiero hacer los cupcakes con aceite de oliva que es más sanito que la mantequilla y utilizando la técnica que lleva el "red velvet", con la buttermilk y el vinagre porque queda un bizcocho muy jugoso y esponjadito.

Espero que con esta receta estén tan contentas de recibir calabazas como yo.




PD.

¿Os había contado que logré mi meta?

Me propuse hacer una carrera de 10 km. antes de cumplir los 40 y ¡lo conseguí!. Ya que no soy runner asidua estoy aún más orgullosa de este pequeño gran paso, de saber que ¡sí puedo! y de rectificar que no hay pruebas duras sino mentes débiles. A ver si antes de los 45 puedo con la media maratón, jajajaja.

Cursa de la Mercè y yo, la mar de contenta jajajajaja

martes, 1 de octubre de 2013

Un pastéis de Belém a la CookieKatessen


Lisboa, ¡qué ciudad tan especial!. Estuve por ahí hace ya algunos años y me encantó pero me perdí de uno de sus grandes y maravillosos tesoros: El pastéis de Belém.

Estas delicias las conocí aquí en Barcelona pero porque alguna compañera de trabajo que había ido de vacaciones a Lisboa nos había traído a la oficina para probarlos. 

Hace un par de años estuvimos en otra maravillosa ciudad portuguesa, Porto, y aunque no es el lugar de origen de estos pastelitos, también los hay y son deliciosos (¡y ahí sí que me puse las botas!)

Y, como somos muy asiduos a visitar los cines Verdi de Barcelona, teníamos también la suerte de tener A Casa Portuguesa en la misma calle y ¿qué tenían?... pues ¡Pastéis de Belém! (entre muchas otras cosas de ese maravilloso país).

Por desgracia han tenido que cerrar A Casa Portuguesa del barrio de Gràcia pero tienen otra sucursal en la calle Aragó a la que, por cierto, tenemos que hacerle alguna visita.

Pero, ¿qué tienen de especial estos, a la vista, sencillos pastelitos?.

Para comenzar, la receta es súper secreta. Ya los elaboraban las monjas del Monasterio de los Jerónimos de Belém hace unos 200 años. Después la receta fué adquirida por el empresario que ahora los comercializa y que hace todos los esfuerzos posibles por mantener el secreto del éxito de esta delicia y, tal parece que parte importante de este secreto radica en la crema pastelera con la que son elaborados. Aquí podréis conocer un poco más sobre la elaboración de los pastéis y si buscáis en la web encontraréis muchas recetas, sin embargo al parecer ninguna de ellas es la original.

La mía, ya os lo aviso, tampoco lo es, pero os daréis una fiel idea de lo que son, de lo fácil que es hacerlos y de su maravilloso sabor y he de deciros que mi receta de la crema pastelera (ésta sí es mía mía) da un resultado espectacular que podréis probar para muchos otros postres o para comer a cucharada limpia.

Bueno, no os los doy más a desear.

Pastéis de Belém estilo Cookiekatessen
(salen entre 24 y 28, aproximádamente y si no os acabáis la crema a cucharadas antes de terminar de rellenarlos)

Ingredientes:
2 paquetes de masa de  hojaldre (de la que ya venden en la sección refrigerados y de la marca que más os guste. Y que sea hojaldre, no pasta filo ni mucho menos pasta para base de pizza)

750 ml. de leche entera
1 lata grande de leche condensada (o dos de tamaño normalito)
1 ramita de canela
2 yemas de huevo
5 cucharadas generosas de fécula de maiz. (tipo maizena o de la marca que os guste)
1 cucharada de vainilla en pasta.

Moldes para hacer cupcakes o flaneras

Elaboración:

Primero hacemos la crema pastelera.
Calentamos medio litro de leche al que agregaremos la leche condensada, la ramita de canela y la cucharada de vainilla. (a fuego medio)
Cuando esté a punto de hervir retiramos la ramita de canela y, en la leche que nos sobró disolvemos las cinco cucharadas de fécula de maiz y las agregamos a la leche caliente y movemos, movemos, movemos, con paciencia infinita para que no se nos enganche al recipiente hasta que espese la crema.

Cuando tengamos la crema pastelera espesa la retiramos del fuego. Mientras tanto en un recipiente aparte preparamos las yemas de huevo. Con la punta de los dedos o de las uñas reventamos la yema y separamos la fina piel que la recubre y nos quedamos con el relleno. La piel la desechamos y el contenido lo agregamos a la crema pastelera que ya tenemos fuera del fuego y la incorporamos muy bien a la preparación. 

Ahora sí, con un papel film cubrimos la crema pastelera para que no se le forme una capa encima y dejamos enfriar.

Cuando estemos listos para trabajar precalentamos el horno a 200º y sacamos de la nevera la pasta de hojaldre.

Extendemos con cuidado y con un cortador redondo o con un vaso ancho vamos cortando los círculos:



Con los círculos cubrimos nuestros moldes para cupcakes o flaneras y los pinchamos con un tenedor para que el hojaldre no se infle al hornear.


Rellenamos con la crema pastelera y, ¡al horno!. Unos 15 minutos a 180º-200º con los moldes a media altura dentro del horno.

Estarán listos en ese tiempo o cuando el hojaldre adquiera un tono dorado.


Para darles el toque final ponemos el grill del horno y los dejamos unos minutitos para que la crema tome color. No los pongáis demasiado cerca porque os quedaréis con la crema chamuscada en pocos segundos. Ir vigilando para no llevaros una desagradable sorpresa.



Y ¡listo!.

Dejad que se enfríen y, si os apetece, os los podéis comer calientitos o tibios, pero no recién sacados del horno que os quemaréis. Los tradicionales Pastéis de Belém os los venden con una bolsita de azúcar glas o con una bolsita de canela para espolvorear al gusto. A mí me gusta comerlos fríos, si son de la nevera, mucho mejor, y espolvoreados con canela.

Y, permítanme decirlo pero después de probar un Pastéis de Belém ¡no hay cupcake que le haga competencia! además la crema pastelera es menos perjudicial que la buttercream ¡y mucho más rica!

Y no os preocupéis si véis mucha crema preparada. Os aseguro que nunca sobra, jajajaja.